Blasón

Blasón Flórez-Estrada

   Lo remataba arriba una corona de príncipe, aunque la familia no era principesca. 

   Esto se vincula con la historia del fundador de la dinastía (en realidad, quien recibió la merced real de usar armas).

  Aparece un castillo, elemento de defensa que probablemente indica la participación de la familia (en su sentido más amplio) en la lucha contra los sarracenos.

   Quien recibió la gracia real de usar escudo de armas era un joven hidalgo (es decir, hijo de hombre de armas o fortuna) de Asturias, que fue enviado a París.

   Madrid no existía aún, y Toledo, la capital de Castilla y Aragón y de España, estaba ocupada por los moros.

   Se trataba de que sirviera como paje en una corte cristiana mientras aprendía el difícil arte de la esgrima.

   Allí se enamoró de una princesa. Casó con ella, y en la noche de bodas fue asaltado por cinco príncipes franceses que, borrachos en los festejos de la boda, querían despojarlo de su novia.

   Con la espada, se batió con los cinco borrachos y los mató a todos. Fue apresado y juzgado por el propio rey.

   Considerando el mal obrar de los príncipes franceses, y el valor y denuedo con que se batió por su honor y el de su mujer, el rey le concedió el uso de armas.

   El color del escudo debía ser azul Francia.

   Cómo había prevalecido sobre cinco príncipes franceses, se le concedió el uso de una flor de lis por cada uno de sus ofensores en el hemisferio sur.

   Además el rey le concedió el raro privilegio, para un apenas hidalgo, de elegir para ese mismo campo el símbolo que él eligiera.

   Perdidamente enamorado de su mujer, este eligió decorar su escudo con la virtud más relevante de esta.

   Por eso el escudo familiar lleva dos pechos.
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